Después de contarnos que estábamos en la Champions League de la economía, que no había crisis, que solo se trataba de un ajuste, que era una leve recesión, luego que era crisis, después que ya habíamos tocado fondo, ahora tocan los brotes verdes de la economía.
Un sin fin de cuentos para dormir, para que sigamos viviendo en una especie de ensoñación perpetua y preservar la paz social.
Es posible que existan algunos o muchos que necesiten esos cuentos, pero yo no, yo prefiero que me digan las cosas reales y si necesito un cuento me volveré a leer Alicia en el país de las maravillas. No quiero que me traten como un a un enfermo terminal que se le dice que se pondrá bien a sabiendas que no tiene solución, si me voy a morir prefiero que me lo digan claramente, y si realmente existe alguna esperanza que me la planteen con todo rigor, diciéndome los pros y contras.
Yo no veo ningún brote ni verde ni de ningún otro color, solo veo que la economía está paralizada y que las medidas que se han puesto no dan resultado, y pienso que no dan resultado porque son medidas que solo sirven para poner parches en un sistema económico que está agotado.
No creo que una reestructuración del mercado laboral diera ningún resultado, sencillamente porque eso no iba a reactivar un sistema económico en fase terminal.
Y eso que la reestructuración en el ámbito laboral ya lo están haciendo los empresarios por su cuenta, la última moda y ya me los han contado varias personas, es rescindir los contratos laborales y decirles a los trabajadores que si quieren seguir teniendo un trabajo lo tendrán, pero con un contrato de servicios en la forma que se indica en el Real Decreto 197/2009, de 23 de febrero que desarrolla la Ley 20/2007, de 11 de julio, del Estatuto del Trabajador Autónomo, lo que supone que los trabajadores se tienen que dar ellos mismos de alta como autónomos en la Seguridad Social y también en Hacienda para desarrollar una actividad.
Eso implica para los trabajadores:
- Que los empresarios ya no son los obligados a ingresas las cotizaciones, porque los autónomos se las pagan ellos mismo a la Seguridad Social.
- Que cobrarán por horas por los servicios prestados, algunos me han dicho que les pagan a 6 euros la hora.
- Que solo les pagarán las horas realmente trabajadas, así que si quieren tomarse unos días de vacaciones esos no les serán pagados.
- Que ya no tendrán derecho a la prestación de desempleo.
- Que tendrán que hacer declaración del IVA a Hacienda.
- Si se ponen enfermos cobrarán de la Mutua que hayan elegido cuando se dieron de alta, el 60% de la base reguladora y que es la base de cotización correspondiente al mes anterior al de la baja médica, dividida entre 30; desde el día cuarto de la baja médica al vigésimo de la baja, ambos inclusive; y el 75%, que se abonará a partir del día vigésimo primero; y si se tratase de un accidente de trabajo o enfermedad profesional, se abonará el 75% de la base reguladora desde el día siguiente al de la baja.
Y para los empresarios:
- Que cuando quieran prescindir de sus servicios no les tendrán que pagar ninguna indemnización.
- Que se ahorran el coste de las cotizaciones a la Seguridad Social.
- Que por el mismo trabajo ahora pagan mucho menos y por tanto tienen más beneficios.
- Que si un trabajador se pone enfermo, la prestación por Incapacidad Temporal será a cargo exclusivo de una Mutua, así que más ahorro.
- Ninguna indemnización por accidentes laborales.
Sin lugar a dudas es un gran cambio, pero que solo beneficia a los empresarios, que ante la inmensurable oferta de mano de obra, imponen sus condiciones porque si unos no las aceptan hay una cola kilométrica desesperada por tener algún ingreso y alguien las aceptará.
Y mientras tanto los Sindicatos no se donde se han metido, porque no dicen ni pío. Lo mismo que la Inspección de Trabajo, que tampoco actúa en forma alguna.
Si lo que se pretende es volver al estado anterior al estallido de la crisis que se vayan olvidando porque un sistema económico agotado solo se recupera si se implanta otro tipo de sistema, eso es en lo que se tendría que gastar el montón de millones de euros que se están tirando en medidas que no sirven, y que están creando un déficit público que en algún momento tendremos que pagar con nuestros impuestos.
El montón de cuentos que nos están contando a mi no me adormece en absoluto tan solo me desespera hasta el insomnio, por el gasto desmesurado en algo sin futuro, y el futuro está más negro que el carbón a este paso, tarde o temprano habrá que ir al cambio sistémico y yo preferiría que fuese lo antes posible porque mientras más se tarde más vamos a sufrir.
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