La casta empresarial

Una auténtica plaga los dirigentes empresariales de este país, incapaces de realizar efecientamente una actividad económica, convirtiendose en especuladores, opresores y esclavistas.

Después que el Gobierno haya rebajado el sueldo de los funcionarios y congelado a los pensionistas, el representante de la patronal CEOE, Gerardo Díaz Ferrán, ha puesto sobre la mesa que el sector privado debería seguir el ejemplo del Gobierno, rebajar los sueldos a los trabajadores.

Todos aquellos que se alegraban y regocijaban por la rebaja al sueldo de los funcionarios, que han sido demonizados sistematicamente especialmente por la prensa y políticos, creando una opinión pública de que todos los males son por causa de los funcionarios. Ahora van a sufrir en sus propias carnes las últimas decisiones de Zapatero, o las decisiones que le han obligado a tomar los mercenarios del gran capital.

No creo que llegue a buen puerto las negociaciones entre los sindicatos y la patronal y estas manifestaciones de Díaz Ferrán no va a mejorar el ambiente.

¿Qué reformas quieren los empresarios?, pues es facil de adivinar, rebaja de los sueldos, no pagar nada o lo menos posible cuando despidan a alguien, sin importar el motivo, rebaja de cotizaciones a la seguridad social, rebaja de impuestos, y todo ello porque se autonombran como los creadores de empleo. Lo que realmente quieren es tener esclavos a su disposición y utilizarlos a su capricho.

Es esperpéntico esta casta empresarial que tenemos, no se si habrán considerado que entre el Gobierno y ellos, a los demás, que somos los más numerosos nos están cabreando cada día más. Se van a tener que comprar y consumir sus propios productos, porque nos vamos a poner en huelga de consumo, y que los bancos no se froten las manos, porque no dejaremos nuestros ahorros en sus arcas para que negocien con ellos, y luego nos refrieguen las ganancias millonarias. Que las entidades financieras sean muy conscientes que como nos vayamos y saquemos nuestros ahorros de nuestras cuentas, estarán todas en quiebra.

Y representa a la patronal un hombre incapaz de llevar a buen puerto una actividad económica, ha dejado colgados a muchas personas que compraron billetes de avión a su empresa justo antes de cerrar, que no ha pagado a sus empleados, que no ha pagado las cotizaciones a la seguridad social, que ha dejado a todo quisqui enganchado; todo un fracasado como empresario. Ahora bien él vive estupendamente, no pasa ninguna fatiguita para llegar a fin de mes, supongo que por eso será admirado, pero a mi me parece esperpéntico y me da que pensar en el resto de los empresarios, que aunque no se debe generalizar, en su gran mayoría forman una casta deplorable y miserable.