Hoy he visto el documental "El taxista Ful", cuenta la historia de un hombre de 52 años "José" que vive en Barcelona y ante la necesidad de conseguir dinero para vivir él y su familia, coge por las noches un taxi de los que están aparcados y trabaja con él, por la mañana lo deja e incluso deja algo del dinero que ha conseguido para compensar de alguna forma al propietario y así hasta que es detenido, juzgado y condenado; y como todo esto termina explotándole de tal forma que repercute en su relación con su familia y a su autoestima.
Él no se considera un ladrón, tan sólo dice coger una herramienta en un momento que nadie la está utilizando para poder ganarse la vida.
La pregunta sería ¿está bien hacer esto?, según el punto de vista que se mire puede variar, si eres el dueño del taxi sin lugar a duda la respuesta es no, pero si lo miras desde el punto de vista de alguien que necesita ganarse la vida y no tiene absolutamente nada y ya ha agotado todas las posibilidades, es posible que la respuesta sea distinta.
El problema que yo veo no es tanto si está bien o mal, sino como es posible que una persona se pueda encontrar en una situación tan al límite, sin que la sociedad le brinde una salida razonable.
Todos deberiamos tener derecho a tener un lugar donde descansar, eso lo recoge nuestra Constitución, aunque en la práctica cuando alguien no tiene ese lugar no existe la forma de ejercer ese derecho, sin embargo si se mete en una vivienda vacia comete un delito.
Del mismo modo todos deberiamos tener derecho a tener una comida digna diariamente, una ropa que ponernos, agua para beber y asearnos; pero todo esto cuesta dinero y si no lo tenemos no existe forma alguna de conseguirlo facilmente.
Cada vez más leemos noticias donde muchas personas esperan al cierre de los supermercados para coger de los contenedores de basura aquellos alimentos caducados que se tiran, ¿es esto una comida digna?
lunes, 15 de diciembre de 2008
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