Si, es cierto, es la festividad que menos me gusta, sin ningún tipo de tapujo puedo declarar que las odio.
Es la celebración de la mayor hipocresía inimaginable, una gran campaña comercial para ahogar nuestras carencias comprando desbocadamente, aunque para muchos esto ya no es posible, ni a golpe de crédito como en años anteriores.
Yo les deseo a todos los que quiero felicidad, pero no solo en estos momentos, se la deseo los 365 dias de cada año, y haría cualquier cosa que estuviera dentro de mis posibilidades para hacerles felices. Pero a los que no quiero, tampoco los quiero en estas fechas y no tengo la más mínima intención de decirles que los adoro cuando no es cierto.
Alguien pensará en obligaciones sociales, paso de esas obligaciones. Si yo fuera el objetivo de las mismas, solo me produciría un gran daño moral, no necesito un regalo o el dinero de alguien que los restantes días del año me ignora y no me siente en forma alguna.
Estoy deseando que pasen estos días tan desagradables.
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